—Señora Wei —Las piernas de la Señora Jiang se debilitaron y casi se cae.
—Démelo a mí, Señora Wei —El Subgeneral Zhou la ayudó rápidamente a levantarse.
—Enviaré a alguien para que la lleve de regreso —La Señora Jiang había estado manteniendo la postura de cargar al niño, y sus brazos ya estaban rígidos. El Subgeneral Zhou tomó lentamente al niño y le dijo.
—El… traidor está adentro… Apúrense y arréstenlo… —La Señora Jiang jadeó débilmente.
—¿Encontraron algo? —La voz de Qin Canglan apareció de repente detrás de él.
—Mariscal, Joven Maestro Su —El Subgeneral Zhou se giró y vio a Qin Canglan y a Su Mo acercándose a caballo. Juntó las manos y se inclinó.
—Mariscal, por las huellas en el lugar del evento, hubo una lucha intensa aquí. Ambos lados resultaron heridos, pero… se han ido —Continuó respondiendo.
—¿Lucharon en otro lugar? —preguntó Su Mo.
