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—¿Podría ser que él no es del difunto emperador? —De lo contrario, no tiene sentido que el difunto emperador quisiera deponerlo.
—Él solía adorarlo tanto y le hizo daño así nomás.
—Aunque confiaba en el carácter de la Emperatriz Viuda, como una oficial de caso riguroso, no debería invertir sentimientos personales en el caso... tenía que eliminar todas las posibilidades.
Era tarde en la noche, y la Princesa Jingning y la Princesa Hui An ya habían descansado.
—Su Xiaoxiao se quedó en la puerta un momento antes de girar y dirigirse al patio de Xiao Zhonghua.
—Estoy buscando a Jing Yi —dijo al guardia en la puerta.
El guardia entró a informar. En menos de tres segundos, Jing Yi salió corriendo.
—No te interrumpí el descanso, ¿verdad? —preguntó Su Xiaoxiao.
—No —dijo Jing Yi—. Estaba haciendo ronda.
Después del caso en que Helian Ye fue apuñalado, todos eran especialmente cuidadosos.
—Es tan tarde. ¿Qué ocurre? —preguntó Jing Yi.
Su Xiaoxiao se frotó las manos regordetas.