Todas las pesadillas se detuvieron abruptamente. La niebla de sangre delante de ellos se disipó, y el estruendo del campo de batalla quedó lejos. El dolor en su cuerpo parecía haber desaparecido, pero el dolor restante en su corazón no podía borrarse.
Temorfantasma abrió sus dolorosos ojos y vio una suona golpeando su gran frente.
¡Sus sienes latían!
Aún estaba sumergido en el dolor causado por la pesadilla cuando Xiaohu decidió tocar por segunda vez.
Su cabeza zumbaba. ¿Cómo podía tener tiempo para llorar? ¡Saltó de la cama!
—Has estado cansado todo el día. Vuelve y descansa pronto. Yo lo cuidaré. Probablemente no se despertará... —dijo.
Su Mo y Su Xiaoxiao charlaban mientras caminaban. Justo cuando iba a decir que Temorfantasma no se despertaría, vieron la puerta abrirse y Temorfantasma apareció frente a ellos con una expresión asustada.
Los dos se quedaron sin palabras.
...
