Su Xiaoxiao estaba un poco somnolienta. Bostezó y preguntó —¿Eh? ¿Dónde están Dahu, Erhu y Xiaohu?
Recientemente, la Matriarca Wei había estado concentrada en venderse a su nieto mayor, pero esta noche, finalmente no pudo venderse más. Estaba realmente cansada.
Temorfantasma pensó que finalmente podría tener paz. Inesperadamente, la realidad le dio una fuerte bofetada.
Dahu, Erhu y Xiaohu vinieron esta noche y danzaron sobre su cama.
Xiaohu sostenía el pequeño gong en su mano izquierda y el pequeño palo en su derecha.
—Lalala ~ Lalala ~
Él siguió golpeando. Dahu y Erhu cooperaron con su ritmo y lo sacudieron.
Temorfantasma se sentó en la silla inexpresivamente, sintiendo que sería enviado al cielo antes de poder completar la misión.
En comparación, el tono miserable de la Vieja Señora Wei era realmente un poco agradable.
Llegó a la cama y miró a los tres pequeños bailarines con emoción. Sus ojos estaban fríos.