—¿Cómo llegó el tema a este punto?
—¡Era diferente de lo que ella había esperado!
—¿No debería Wei Ting negarlo o afirmar que él no le había dado el token?
—¡En ese caso, él estaba aquí para robar sus cosas esta noche!
—No, su intención original no era pedirle que admitiera que lo había robado. ¿Cómo acabaron en este punto de su discusión?
—¡No se comportó bien!
Lamentablemente, Wei Ting no le dio la oportunidad de darle la vuelta a la situación.
—«Me entregaré a ti. ¿Puedes devolverme el token?»
La noche difuminaba su silueta y la frialdad en su tono. Su voz baja y magnética hacía que el corazón de uno se ablandara inexplicablemente en este mundo silencioso.
Su Xiaoxiao entendió que la infatuación de este cuerpo estaba actuando de nuevo.
—¡Ella fue quien la cagó en el momento crítico!
Wei Ting quería recuperar el token, pero Su Xiaoxiao se negaba a entregárselo. Ambos cayeron en un punto muerto.
—«Wei Ting».
—Su Xiaoxiao habló de repente.
—«Dime».