Wei Liulang nunca había pensado que tendría un brazo tan hermoso. No parecía acertado decir que era hermoso. En resumen... era lo que a él le gustaba. Nunca lo había pensado antes, pero cuando lo vio, sintió que ¡era eso!
No podía esperar para probar su nuevo brazo.
—¿Esto... cómo lo hacemos? —preguntó emocionado y nervioso.
Después de un período de investigación, Su Xiaoxiao ya podía colocar y quitar brazos nuevos con habilidad.
Lo recogió y lo colocó sobre su brazo derecho roto.
Clic. El receptáculo de aceptación se abrió automáticamente y se aseguró.
Como se esperaba, el nuevo brazo encajaba con Wei Liulang. No se ajustaba tan bien cuando lo probó en la madera que estaba atada con algodón.
—¿Es pesado? —preguntó Su Xiaoxiao.
—No es pesado en absoluto. —Wei Liulang miró su nuevo brazo, sus ojos brillaban.
—Muévelo, —pidió Su Xiaoxiao.
Tenía que entrenar su brazo roto para recuperar la fuerza de sus músculos.