—¡Eres tú! ¿Por qué no estás durmiendo en medio de la noche? ¿Por qué estás vagando por la calle? —La Princesa Hui An asomó la cabeza y preguntó.
—¡Eh, eh, eh, quiero bajar primero! —La Princesa Hui An no pudo pasar por delante de Jingning y solo pudo seguirla mientras bajaba.
—¿Vas a salir? —La Princesa Jing Ning preguntó.
—Quiero salir de la ciudad por un momento. Tengo algo urgente que hacer —respondió Su Xiaoxiao.
—¿Tienes prisa? —preguntó la Princesa Jing Ning.
—Sí —dijo Su Xiaoxiao.
—Está bien, te enviaré fuera de la ciudad —dijo la Princesa Jingning.
—¿Necesito que tú la envíes? ¡Enviaré a mi propio compañero! —La Princesa Hui An levantó la barbilla y dijo.
—Este es mi carruaje —La Princesa Jingning dio en el clavo.
—¡Y qué! ¡Pediré prestado tu carruaje! Xiao Li, ¡ve a la puerta de la ciudad! —La Princesa Hui An prosiguió, miró a Su Xiaoxiao y preguntó—. ¿Qué puerta de la ciudad?
—La puerta de la ciudad sur —respondió Su Xiaoxiao.
