Esta era una gran oportunidad para redimirse. Xiao Duye luchó valientemente contra el enemigo.
Xiao Shunyang no era inferior.
Junto con Qin Canglan, Jing Yi y otros expertos, los asesinos de la Sociedad del Loto Blanco rápidamente mostraron señales de declive.
Sin embargo, en ese momento, el caballo de Xiao Shunyang se asustó repentinamente. Levantó sus patas delanteras y colisionó con el carruaje de la Princesa Hui An y de la Princesa Jingning.
La Princesa Hui An salió despedida del carruaje.
—¡Hui An! —La Princesa Jingning extendió la mano para agarrarla, ¡y una flecha fue disparada hacia ella!
Qin Canglan lanzó su sable largo y cortó la flecha.
El equipo de la Corte Imperial estaba en caos. Los caballos se asustaban uno tras otro, y el Sexto Príncipe de diez años cayó del carruaje.
Los asesinos de la Sociedad del Loto Blanco aprovecharon el caos y capturaron a la Princesa Hui An y al Sexto Príncipe.
