Changping bajó la cabeza con culpabilidad y sacó en silencio una nota arrugada.
—¡Estás cansado de vivir! —La Princesa Jingning lo fulminó con la mirada.
—El Tercer Príncipe me pidió que hiciera esto... —Changping decidió delatar a su amo sin titubeos.
Su Xiaoxiao abrió la nota y vio que era de Jingning. "No vengas."
—Mi abuela está muy enferma, y tu padre acaba de obtener el poder militar. Es una espina en el costado de mi padre. En este punto crítico, si hay algún error, morirás —dijo la Princesa Jingning con seriedad.
—No es un callejón sin salida. A lo sumo, terminaré con una carta de triunfo o un delito —dijo Su Xiaoxiao.
—¿Lo sabías y aún así te atreves a venir? —frunció el ceño la Princesa Jingning.
—Definitivamente tengo que venir. Si no vengo, ¿cómo sabré si puedo tratar la enfermedad? —Sonrió Su Xiaoxiao.
—¡Realmente te he malcriado! —dijo la Princesa Jingning con arrepentimiento.