—¿Quién eres? —preguntó el sirviente.
—Shen Chuan nos pidió que viniéramos —dijo Su Xiaoxiao.
El sirviente los miró a los dos con sospecha. Uno era una chica del pueblo gorda y el otro era un chico pobre. No importaba cómo lo mirara, no parecían poder llevarse bien con el Joven Maestro Shen.
—Eso es correcto —dijo Su Ergou—. ¡Incluso dijo que esta academia es propiedad de su familia!
La Academia Wutong fue abierta por la familia Shen. No era un secreto que el único hijo de la familia Shen se llamara Shen Chuan.
El sirviente aún no creía a los dos.
—Hermana —dijo Su Ergou—, ¿podría ser que Shen Chuan nos mintiera? Nos pidió que montáramos un puesto aquí, pero ni siquiera podemos verlo.
—¿Podemos montar un puesto aquí? —preguntó al mayordomo.
—No —rechazó el sirviente.
Su Ergou le dijo a Su Xiaoxiao, —¡Hermana, mira!
Su Xiaoxiao reflexionó por un momento. —Cuando veamos a Shen Chuan, le preguntaremos qué está pasando.