—Su Yuniang planeaba establecer su propia familia. Para prevenir que la familia Su causara problemas, quería tener algo contra la familia Su.
—Al principio, solo iba a probar suerte. ¿Quién habría pensado que realmente obtendría algo?
—De repente, Su Yuniang soltó una risita —.¿Sabes cuánto dinero ganó mi bisabuelo al vender ese colgante de jade?
—Su Xiaoxiao preguntó —¿Cuánto?
—Su Yuniang extendió un dedo.
—Su Xiaoxiao preguntó —¿10 taeles?
—Su Yuniang la miró fijamente —¿Acaso los colgantes de jade ancestrales se venden solo por 10 taeles cada uno?
—Su Xiaoxiao dijo —¿No fue ese un año desolado? Si el mercado no es bueno, las casas de empeño bajan el precio.
—Estas palabras hicieron que Su Yuniang guardara silencio. Es cierto, podían venderlo por tanto durante los años desolados. Si no fuera por los años desolados…
—Cielos, ¿cuán valioso era ese colgante de jade?
—Suspiró —Eso es verdad, pero nunca faltan las cosas buenas.
—Su Xiaoxiao preguntó —¿100 taeles?
