```
Todo el pueblo estaba esperando ver a Su Gorda hacer el ridículo.
Sin embargo, después de un día, el caballito no murió.
Pasaron dos días, pero el caballito no estaba muerto.
¡Tres días después, el caballito se levantó!
La noticia vino de Niudan. Como amigo-enemigo de los tres pequeños, Niudan obtuvo la oportunidad de alimentar al potro después de ser intimidado hasta las lágrimas nuevamente.
—¡Se levantó mientras comía!
Algunos aldeanos no le creyeron y fueron personalmente a la casa de la familia Su para echar un vistazo.
Al final, se dieron cuenta de que el caballito no solo podía pararse, ¡sino también caminar!
Aunque caminaba de manera inestable, se veía mucho más enérgico que hace unos días atrás.
¡Al menos ya no estaba medio muerto!
El jefe del pueblo exclamó:
—Daya realmente... lo crió hasta que revivió.
