La cara de Sophia siempre había sido impecablemente brillante, irradiando calidez. Pero después de ver al villano masturbar a su madre en un sesenta y nueve de pie, la oscuridad envolvió su rostro.
¡No solo estaba masturbandola, también le sonrió!
¡Ese villano la estaba provocando!
—¡Villano... Hoy lo aplastaré!
El cuerpo de Sophia se distorsionó con ondas de luz azul y apretó los puños. No le importaba que él fuera increíblemente poderoso ni que fuera parte del Consejo Mundial.
Lo único que le importaba era aplastarlo.
Había corrompido a su noble madre, y ahora nada podría salvarlo.
¡BANG!
Su cuerpo se lanzó hacia adelante, con tal velocidad explosiva que las baldosas debajo se convirtieron en polvo. Las fluctuaciones de velocidad rozaron el cabello de Katherine mientras ella chupaba la enorme polla.
—¿¡Eh?!
Katherine se sobresaltó. Solo ahora sintió que había alguien más en la habitación.
Y este aura...
¡Oh Dios!
¡Era su hija!