```
Incluso antes de que la corporación fuera atacada, los edificios en las cercanías habían sido abandonados debido a la invasión de criaturas alienígenas. Una decisión por la cual la gente estaría eternamente agradecida si vieran el estado del rascacielos...
Estruendosos rugidos llenaban el aire mientras piso tras piso se desplomaba en pedazos. A través de estos colapsantes pisos, Kiba ascendía rápidamente, maniobrando entre los escombros y disparándose directamente hacia Ángel Blanco.
Era difícil imaginar que la responsable de la destrucción presente era ella. Con una altura de diez pies y una figura esbelta, parecía frágil y delicada...
Swoosh~!
Ángel Blanco blandió el ala en su mano izquierda y la bajó de un tajo. El viento se avivó y azotó hacia abajo, arremolinándose frenéticamente contra Kiba y los pisos intactos debajo.
Tan siquiera un humano, el poder irradiando del ala era capaz de triturar múltiples rascacielos.