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Meteorito BSE79.
Dentro del espacio oculto: Zona - 5 de La Nave Espacial Antigua.
De la nada, una columna de luz azul aterrizó en el suelo.
¡ESTRUENDO!
El suelo indestructible que había sobrevivido millones de años se hundió y violentas grietas surgieron por doquier.
Una enorme entidad emergió de la columna de luz.
El Titán Hiperión.
No era su cuerpo físico sino la proyección hecha de energía astral. En simples palabras, era lo que la gente consideraba espíritu.
Aunque el espíritu no tiene presencia física, la aparición de la proyección astral hizo que la zona temblara con violentas fluctuaciones.
—Necesito audiencia contigo —dijo Hiperión a nada en general.
En respuesta a sus palabras, la luz se atenuó y el espacio se retorció. Una ráfaga de fuerza aterradora desgarró el espacio; creando una enorme brecha a través de la cual una dimensión se hizo visible.
¡El Salón de Legados!
