—No puedes quedarte con ese contenedor —dijo Kiba con sus ojos fijos en el contenedor—. Continuaba brillando cada pocos segundos con una radiación ominosa.
Ashlyn se sorprendió con sus palabras. Observó su rostro y al ver su expresión seria, supo que no bromeaba.
Un segundo después, negó con la cabeza para mostrar su desacuerdo.
—Por favor, el virus es perjudicial para ti —Kiba dio un paso adelante.
Ashlyn no dijo nada pero cuando él dio un paso adelante, ella transfirió instantáneamente el contenedor a su dispositivo de almacenamiento espacial.
Kiba la miró y dio otro paso adelante. Extendió una mano hacia su brazo izquierdo donde su dispositivo de almacenamiento estaba fusionado.
Al mismo tiempo, los discos colocados en sus muñecas rotaron y volaron hacia fuera. Flotaron delante de ella, emitiendo ondas penetrantes.
Kiba se detuvo al darse cuenta de lo que ella quería decir. Si intentaba continuar, estallaría una pelea.