(A/N: ¡Dos capítulos combinados en uno!)
El incorpóreo Kiba y Pítia se quedaron sin palabras cuando oyeron a la chica de 14-15 años decir —¡Tendrás que limpiar tu habitación, eso sí!
—¡Señorita, el hombre místico que está a tu lado es tan jodidamente poderoso que su mera presencia está interfiriendo en el flujo temporal! ¡Ni siquiera podemos ver bien el contorno de su figura a pesar de nuestra fuerza y tú, una mutante no despertada, le estás dando responsabilidades de limpieza?!
El hombre místico envuelto en la toga de la oscuridad se quedó en silencio. A cierta distancia, los enormes esqueletos ya no se atrevían a hacer nada. Se acobardaban ante la presencia del hombre místico y cuando la joven le bombardeaba con preguntas y sugerencias, ellos comenzaron a temblar.
—¿Vas a ofrecer un lugar donde vivir a alguien que puede tener todo lo que desea en la vida? —¿Y eso a cambio de responsabilidades de limpieza? —Chica humana, ¡no sabes lo que dices!