El masaje buscaba calmar la mente y sanar el espíritu. No era solo un lujo; era una manera de vivir una vida más sana y feliz.
Un buen masaje depende del ambiente, el equipo y el masajista. Suzane y Morgan ya estaban impresionados por los dos primeros y ahora querían saber sobre el masajista.
—Pueden estar seguros de la calidad de nuestros masajistas —la voz de Tanya estaba llena de confianza—. Por favor, especifiquen el tipo de masaje que desean recibir.
—Sí —Suzane y Morgan seleccionaron en sus respectivas pantallas de entre múltiples opciones—. Listo.
—Bien —Tanya les hizo señas para que se pusieran de pie—. Por favor, síganme.
Suzane y Morgan asintieron y la siguieron mientras dejaban el salón.
Un minuto después~
Llegaron a un pasillo que daba acceso a múltiples habitaciones.
—Por favor, esperen un minuto —Tanya pulsó una interfaz virtual en una puerta de una de las habitaciones—. Señor Morgan, puede entrar.