```
La cafetería, Academia Real Corazón.
La mayoría de la gente había abierto la página de donaciones justo como Zed.
A diferencia de Zed, sin embargo, los estudiantes varones y el personal masculino sintieron miedo al leer el mensaje para los espectadores hombres.
—¡El Señor tiene maneras de castigarte! —Esta frase resonó en sus mentes como un trueno. Nadie necesitaba que se le explicaran las 'maneras' con las que el Señor castigaba a los infractores.
Casi todos en la academia provenían de familias acaudaladas, así que, sin ninguna duda, la mayoría hizo generosas contribuciones para la construcción de la iglesia. ¡Todo en el nombre del Señor!
¡Mejor prevenir que lamentar!
—¿Sois tontos? —unas cuantas mujeres con sentido común les daban palmadas en la espalda a los estudiantes—. ¡Este sitio no pertenece a Kiba!
—¡No seáis idiotas malgastando vuestro dinero!
—¡Sois igual que los idiotas que reenvían un mensaje por una advertencia maligna!
