Martha apretó los dientes.
Mientras su armadura pudiera defenderla, odiaba sentirse indefensa bajo el asalto. Siendo la segunda más fuerte en Edén, justo después de la Reina del Hielo, despreciaba que el espíritu del agua la tratara como presa fácil.
Suprimiendo el dolor en su trasero y la debilidad en su cuerpo, agarró su espada. El tesoro del reino en su pecho se llenó de poder, su energía fluyendo hacia su hoja.
¡BANG!
Ella balanceó su espada, y corrientes de hielo carmesí estallaron, congelando el agua que se aproximaba. Incluso el aire y la vegetación a su alrededor quedaron encerrados en hielo carmesí.
—¡Huff! —Martha tomó una respiración profunda, su rostro brillante de sudor.
—¿Por qué las mujeres suplican por su polla si les causa dolor y agotamiento como este?! —Por primera vez, corrigió su nomenclatura de "Rompe Traseros" a "polla".