—¡Parece que la MILF se ha convertido en la Reina del Gangbang! —Los seis Kibas chocharon sus manos en el aire celebrando.
—¡Y se merece una recompensa por ello! —Al mismo tiempo, sus pollas expulsaron una lluvia de jugo blanco. Algunos chorros salpicaron su cara, sus pechos y hombros, mientras que el resto se depositó profundamente en sus agujeros.
Despacio, comenzó a escurrir por su cuerpo reluciente.
—¡Uf~ Espero que estés satisfecha! —Los Kibas se difuminaron en corrientes de luz y se fusionaron en uno solo. Él estiró sus manos mientras miraba la cara cubierta de esperma de ella esperando una respuesta.
La expresión de ella era la de una mujer enajenada, con la lengua colgando y los ojos hacia arriba. Pero parecía contenta y satisfecha.