—¡Tu madre es una virgen de más de 100 años! ¡Su coño debe estar realmente apretado, verdad! —exclamó.
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Lord Harley estaba estupefacto. Después de las impactantes revelaciones que hizo sobre su gran madre, la fundadora de la Casa de Hestia, no esperaba tal pregunta.
—¿Verdad? —interrogó Kiba mirando emocionado a Lord Harley.
Al ver la cara de estupefacción, ¡sabía que la respuesta era un gran sí!
—¡Gracias, mamá, por darme a luz en esta era de coños finos! —exclamó Kiba.
Kiba no tenía un punto débil por Rebecca, pero ahora le estaba agradecido. De no ser por ella, ¿habría conocido el fino coño que había disfrutado hasta ahora y los que había perdido hasta el momento?!
—¡Y gracias, Soberanía Hestia, por esperarme tanto tiempo! ¡Serás adecuadamente recompensada! —declaró Kiba comenzando a bailar con extrema alegría, e incluso cantó canciones épicas alabando el "gran coño" de ella.
