Una hora después, las preliminares terminaron y Teresa compartió detalles importantes con la audiencia.
Los jueces tendrían un día para elegir a las concursantes calificadas para la siguiente ronda. De treinta, solo quince calificarían para la siguiente ronda. La competencia era de corte de garganta y cada concursante lo sabía. No importaba cuán hermosas o atractivas fueran, estaban completamente conscientes de quién controlaba sus destinos.
Todo lo que podían hacer era rezar...
***
Kiba salió por la puerta exclusiva y entró en la elegante zona VIP. Caminaba con pasos cortos, perdido en pensamientos sobre cómo desempeñar su deber.
—¡Kiba!
Una voz suave y sensual lo llamó desde atrás.
—¿Hmm? —Kiba se giró para ver a Rivera acercarse.
—¿Vas a la sala de invitados para calificar a las concursantes? —Ella lo alcanzó y preguntó.
—Sí —Kiba asintió y se giró para seguir caminando hacia adelante.
Rivera se sorprendió por su respuesta y también el personal en el corredor.