—¿Por qué desearías que la Piedra Preciosa del Deseo se transformara en esa tarjeta? —la pregunta de Sheena dejó a Shawn en shock.
Era una pregunta lógica, pero para él significaba humillación. Su mirada se posó en la tarjeta de cristal y pensó en todo lo que él y los demás habían experimentado.
Los otros miembros de su equipo lo miraban esperando una respuesta. Y lo mismo hicieron todos los demás en la tienda. Toda su atención estaba puesta en él, estudiándolo.
Shawn era bastante guapo. Fuera por su cabello rojo engominado o su marcada mandíbula, era atractivo en todo sentido.
Por eso todos querían saber por qué una gema tan preciosa se transformaría en una tarjeta de presentación que ofrecía un servicio realmente especial. Un servicio que seducía a las mujeres y hacía que los hombres se sintieran indignados.