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Bajo un gran árbol, Kiba cerró los ojos y apoyó su espalda contra el tronco del árbol. No había usado mucho poder, pero estaba mentalmente agotado tras superar el impulso creado por sus poderes.
Si hubiera sido otra ocasión, habría intentado jugar con su esclava - Ruby -, pero ahora estaba cabeceando. Ruby estaba sentada a su lado, con la cabeza apoyada en su hombro.
Ambos parecían una pareja que estaba enamorada a pesar del peligroso entorno.
Detrás del árbol, Amir y otros descansaban, mientras que Ashlyn estaba sentada algo alejada de ellos, fría y distante.
Después de huir del hábitat de los lagartos, no había dicho ni una sola palabra a ninguno de ellos.
Al ver rastros de sangre en los labios de Ashyln, Mina se acercó a ella para ofrecerle una píldora de recuperación, pero Ashlyn la rechazó sin pronunciar palabra.
Mina estaba sorprendida pero no desconcertada. Desde los días que la conoció, Ashlyn nunca había aceptado una pastilla medicinal de nadie.