—¿Eres Zed? —murmuró Cleo con incredulidad.
Los recuerdos de los últimos diez minutos parpadearon en su mente. Recordó cómo Kiba hablaba sobre la generalización de las relaciones y cómo Kiba tenía una sonrisa cuando hablaba del rol de una hermana.
El odio que Kiba mostró cuando Cleo explicó sus razones alimentó aún más esta sospecha.
—Zed...
Cleo era consciente de la relación entre Zed y Felicity. Aunque raramente se llaman hermano y hermana en público, sabía que realmente eran tan cercanos como hermanos.
Cleo nunca entendió realmente cómo desarrollaron su relación o el cuidado que tenían el uno por el otro. Nunca le importó realmente. En cuanto a él, Zed era solo un conocido cercano y rico de Felicity. Nada realmente importante.
Pero ahora se dio cuenta de lo equivocado que estaba antes.
¡Kiba!
La diferencia entre Zed y Kiba era como la diferencia entre el día y la noche. No había familiaridad entre los dos.