Dentro del dormitorio de un apartamento.
Un hombre en sus veintes estaba sentado en el sofá. Tenía una cara ovalada con ojos oscuros y cabello negro corto. Su físico parecía fuerte, y su postura erguida daba indicios de entrenamiento profesional.
Se sentaba frente al escritorio del ordenador. El ordenador estaba vinculado a múltiples servidores, necesarios para alojar una página web.
La pared detrás del ordenador estaba decorada con más de cincuenta pósters de mujeres. Algunas estaban vestidas de manera modesta, mientras que otras no tanto, sobre todo unas pocas que estaban prácticamente desnudas.
Eran de diversos orígenes y profesiones: actrices, modelos, personalidades de la sociedad, empresarias, amas de casa y así sucesivamente.
Además, las mujeres eran de diferentes etnias, con una amplia gama de tonalidades de piel. Se podría decir que los pósters eran verdaderamente inclusivos.
Incluso la feminista más grande no podría encontrar un solo punto de discriminación.