Cuando Bai Qingqing regresó a la casa de piedra, el rico aroma del guiso de pescado burbujeante en la olla agudizó de inmediato su apetito. Se agachó al lado de la olla y comenzó a comer. El pescado pequeño era más delicioso que un pescado grande e incluso sabía a camarones.
La cocina de Parker estaba mejorando. Bai Qingqing no podía garantizar que pudiera cocinar este guiso de pescado mejor que él. Simplemente sentía que algo faltaba cuando comía los acompañamientos solos. Hubiera sido mejor si tuviera un buen tazón de arroz fragante para combinarlos.
Bai Qingqing pensó en Curtis en el momento en que pensó en el arroz, y de repente perdió el apetito.
¡Splash!
Bai Qingqing oyó el sonido de un objeto pesado cayendo al agua desde afuera, lo cual la sacó rápidamente de sus pensamientos. ¡Parker todavía estaba en medio de una pelea!
Justo cuando estaba a punto de salir y echar un vistazo, un leopardo orgulloso entró corriendo en la casa.
