Curtis estaba en el mar, ¿y Qingqing pensaba en buscarlo mientras estaba allí?
Pero...
—Los Cur, Ti y S a los que te refieres, ¿son mis cachorros de leopardo? —preguntó ella.
—¿De otro modo? —Bluepool le lanzó una mirada extraña.
Parker casi estalla en risas. Qingqing era demasiado atrevida.
Después de tal tontería, Parker se tranquilizó un poco. Tomó el pescado y nadó hacia las orillas.
De cualquier modo, debía asegurarse primero de que Qingqing estuviera llena. Ya estaba en el fondo del mar y no había forma de que pudiera bucear hacia abajo. Solo podía confiar en Curtis.
El pescado se cocinó muy rápido y no mucho después, Parker terminó de cocinar una olla de sopa de pescado. Se la pasó a Bluepool, que estaba en el mar.
Bluepool miró la comida empapada en agua y frunció el ceño.
—Has puesto demasiada agua. ¿Qué se supone que va a comer Bai Qingqing? —comentó.
Parker dijo fríamente pero con orgullo, —A mi Qingqing le gusta así.