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Tal vez si lo pinchase con una aguja, en lugar de sangre, brotaría leche.
Espera un minuto, la primera vez que amamantó... seguramente no requería ser pinchada con una aguja, ¿verdad?
Bai Qingqing estaba atónita.
—Parker sostuvo a Bai Qingqing en sus brazos y se disculpó. Mi culpa. Déjame echarle otro vistazo. Veamos si puedo exprimirlo.
—Si se pudiera exprimir, los cachorros ya habrían sido alimentados. No se puede hacer. Ayer apreté tan fuerte que la piel de ese lugar se rompió —Bai Qingqing miró a su alrededor, luego bajó la cabeza para mirar a sus cachorros, su rostro casi enterrado en su pecho—. Quizás... los pequeños cachorros no tienen suficiente fuerza. Tal vez un adulto podría succionarlo fácilmente...
La voz de Bai Qingqing se fue haciendo más y más suave.
—Parker sintió que sus palabras tenían sentido, así que asintió. Está bien, lo intentaré.
