Bai Qingqing se lavó las manos mientras se agachaba junto al río. Al ver las marcas de nacimiento en su rostro reflejadas en el agua, se quedó congelada por un momento, antes de romper en carcajadas.
—Está bien. Para entonces Curtis y Parker se habrán unido a nosotros. No tendré nada que temer —Bai Qingqing recogió un poco de agua para beber mientras lo decía con una sonrisa.
En un ángulo donde Bai Qingqing no podía verlo, Muir la miraba fijamente. —Mm. Estaré atento por si ellos llegan.
Bai Qingqing tuvo una comida satisfactoria junto al río. Muir no pudo soportar comer la comida que ella no terminó, así que la envolvió con una hoja de árbol para que ella pudiera comerla cuando tuviera hambre.
—Necesito volver y ayudar a una hembra a pelar piñones. Me voy —Bai Qingqing se sacudió su falda y se puso de pie.