Miles de hombres bestia se dirigieron hacia el castillo del rey de los simios, lo que hizo que fuera extremadamente apretado afuera.
Esta fue la primera vez que el rey simio recibió un trato tan entusiasta en sus diez años de reinado, y sin embargo, no fue un acto de apoyo hacia él. Esto le provocó un aspecto extremadamente sombrío en su rostro.
—No se alarmen, todos, y no hagan conjeturas precipitadas. Aunque el nivel del agua en el río ha disminuido significativamente, esto es solo un fenómeno natural. ¿Acaso esto no sucede cada año? —dijo el rey simio amigablemente. Su voz calmó significativamente a la multitud de hombres bestia.
—Pero el rey tigre ha dicho que el río se secará si no llueve. ¡Por favor, usa tus poderes mágicos para verificar!
Tantos hombres bestia respondieron a este llamado que el rey de los simios no pudo rechazarlos.
El rey de los simios apretó los puños, cerró los ojos y se concentró.