Parker bufó y sus fosas nasales se ensancharon. Él también tenía una impresión bastante profunda de esta hembra. Por supuesto, cuando veía a esta persona, solo se sentía irritado.
—Qingqing, ignórala —Eve tiró de la mano de Bai Qingqing, y esta asintió con la cabeza en señal de acuerdo.
¿Acaso deberías ladrar de vuelta cuando un perro te ladra? Sería vergonzoso. Mientras sus intereses no se vieran afectados, Bai Qingqing no podía molestarse en gastar su aliento con Eudora.
Mientras miraba el rostro de Bai Qingqing, un fuerte celos nubló los ojos de Eudora. Fue solo cuando sus pequeños cachorros la llamaron con sus voces de bebé que ella salió de su trance. Eudora levantó la vista hacia Parker, la admiración que antes sentía se había convertido en aversión. Pero no podía tomarlo sin más. Especialmente después de ver las tres franjas animales en la cara de Parker.
