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Bai Qingqing se esforzaba por mantener su mirada en la parte superior del cuerpo de Winston. Se relajó y sonrió —Eso es genial.
Contemplando la sonriente cara de Bai Qingqing, el corazón de Winston latía desenfrenadamente.
La miraba embelesado, como si no existiera nada más a su alrededor. Todo lo que podía ver era a la hermosa hembra frente a él.
—Eres tan hermosa... —Winston no pudo resistirse a decir eso en voz alta. Quizás ni siquiera se diera cuenta de lo que estaba diciendo.
Siempre era agradable que alguien del sexo opuesto te halagara, especialmente si esa persona era tan poderosa. Tal vez a los ojos de las otras hembras, Winston fuera feo, feroz, irracional. Pero en los ojos de Bai Qingqing, ella veía a alguien lleno de carisma y encanto masculino. En cualquier caso, no le parecía feo en absoluto.
Por lo tanto, la cara de Bai Qingqing se sonrojó muy rápidamente. Su cuerpo se revolvía de vergüenza —Gracias por el cumplido.
