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—Xue Ling observó sus labios rojos y húmedos durante largo tiempo. Al final, no pudo evitar inclinar la cabeza y succionar su boca.
—¡Sabía aún más dulce y deliciosa de lo que había imaginado!
—Xue Ling se volvió adicto de inmediato.
—Huanhuan luchó con todas sus fuerzas. Xue Ling agarró sus manos y las tiró sobre su cabeza.
—Lamió la comisura de su boca, sus ojos rojos como la sangre brillaban. —No te preocupes, no te haré nada. Solo quiero besarte.
—¡Suéltame! —Huanhuan estaba tan enojada que tenía los ojos rojos.
—Xue Ling observó su débil lucha y la encontró aún más apetecible.
—Se le secó la boca. Deseaba poder devorar a la pequeña hembra.
—Huanhuan se asustó tanto de él que lloró.
—Las lágrimas le caían por la cara como cuentas de un collar roto.
—Xue Ling se detuvo inmediatamente.
—Miraba atónito cómo las lágrimas corrían por su rostro. Por alguna razón, entró en pánico. —¡No llores! Realmente no planeo hacerte nada. Solo quiero estar cerca de ti.