—Pequeño Punto ya lo había visto —dijo Zi Qi con una mirada preocupada.
—No te preocupes, Pequeño Punto no irá con él —respondió Sally.
—¿Oh? —Zi Qi expresó su sorpresa.
—Cuando Pequeño Punto abrió sus ojos, fue a mí a quien vio. Él me obedece completamente y seguirá a quien yo le diga —continuó Sally.
—La primera vista de una joven bestia saliendo de su caparazón es muy importante, especialmente para las razas más antiguas. Jian lo sabía, por eso fue a la Montaña Sueño de Nube para encontrarme, pidiéndome que le devolviera a su hijo en lugar de intentar llevárselo por la fuerza.
—Mamá, el Hermano Fengning y yo aprendimos cómo cavar agujeros de ratas —Pequeño Punto corrió hacia el salón y se enterró en los brazos de Sally buscando afecto.
—¿Qué tiene eso de especial? —Sally se rió.
—También desenterré un tesoro que la Hermana Xiaoqi había enterrado —Pequeño Punto levantó su cuello para mostrarle a Sally la Bolsita Pequeña de Almacenamiento colgada alrededor de su cuello.