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Sally nunca había imaginado que daría a luz a un jardín de infancia completo.
Al mirar a los diferentes cachorros bestiales, los que más se parecían a ella sumaban cinco en total.
Cada uno de ellos era un pequeño pedazo de su corazón, amado entrañablemente.
—Bebés, miren el pizarrón —dijo Sally, sosteniendo una gran regla y golpeando el pizarrón—. A partir de hoy, Mamá comenzará oficialmente sus lecciones, enseñándoles sobre Técnicas Secretas Innatas.
Manman levantó inmediatamente sus alas —Mamá, yo sé esto, pasemos a la siguiente lección.
