—¿Qué? ¿Divorcio? —Han Jingting y Chen Xuan quedaron atónitos al mismo tiempo.
—Papá, no me estarás mintiendo otra vez, ¿verdad? Si ustedes estaban bien, ¿por qué de repente un divorcio? —Justo dos días antes, sus padres habían estado bien, y ahora de repente estaban divorciados, algo que Han Jingting le costaba creer.
Han Bowwen parecía ofendido.
—¿Cómo podría mentirte? Mira, ¡hasta he traído el certificado de divorcio! —Mientras hablaba, Han Bowwen sacó el certificado de divorcio de su bolsillo y se lo entregó a Han Jingting.
Con la prueba en negro y blanco delante de ella, Han Jingting no tuvo más remedio que creerlo.
Chen Xuan, con una expresión perpleja, preguntó:
—Papá, ¿no estabas y mamá llevándose bien? Después de todos estos años, ¿por qué decidieron divorciarse de repente?
Han Bowwen soltó un largo suspiro. —¿Por qué más iba a ser, si no por ese Ding Liang?
