Tang Lun de repente pensó en algo más y agregó —Sin embargo, tuve una seria pelea con ese chico antes, y me temo que mi intervención podría resultar contraproducente.
—Así que, papá, tú eres el único que personalmente puede pedirle esta vez; también demostrará tu sinceridad.
El hombre de mediana edad frente a él reveló una sonrisa de autosuficiencia —No te preocupes, si mi hermano pudo invitar a ese experto, yo también puedo. Es solo cuestión de gastar más dinero.
El hombre de mediana edad lucía despectivo, con un sentido de superioridad indescriptible, como si en sus ojos, el dinero pudiera comprarlo todo.
Tang Lun sonrió orgullosamente —Supongo que eso es más o menos correcto.
—Si ese Chen se niega a cooperar, entonces tendremos que jugar duro. De todos modos, a ese chico hay que tratarlo hoy, ¡le guste o no!
El hombre de mediana edad asintió satisfecho —Bien, ¡buen trabajo!
Tang Lun estaba complacido —¡Todo gracias a tu excelente orientación, papá! Jajaja...