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Chapter 2 - 1

La hacienda Akbal, se encontraba donde hacía mucho tiempo existió un antiguo templo dedicado al señor de los muertos, Mictlantecuhtli, o al menos eso es lo que decían las historias que habían sido pasadas por la familia, no un templo tan visible como aquellos que eran protegidos por la asociación histórica, y en esta época moderna, lo que sabían todos, es que era una propiedad enorme, que varía cada metro cuadrado una cantidad ridícula de dinero, y tan llena de árboles gigantes que gente creía que era algo así como una propiedad natural protegida como pulmón de la ciudad. Era una tierra deseada por muchos, aun cuando en algún punto estuvo bastante lejos de cualquier ciudad o poblado, en los últimos 100 años, fue devorada por la ciudad, quedando en un incómodo sitio, llamando la atención como un pulgar golpeado.

 

 

 

Raira debía admitir, para que su familia pudiera mantener el sitio en la familia sin llamar la atención era realmente cosa de brujería, y al parecer unos muy buenos amigos en buenos lugares, los chamanes tenían tendencia a saber a quién hacerles favores para mantener las narices indeseables fuera de sus asuntos, pero claramente algo cambio. La casa siempre se pasaba al nombre del siguiente Akbal de mayor rango, y este habitaba el sitio hasta que expiraba asegurándose de tener todo en orden, para el siguiente, esto se mantuvo por generaciones, y al parecer su antecesor intento hacer lo mismo, ¿el problema? Raira solo tenía cinco años cuando su antecesor sintió la muerte acercarse, y sin nadie más poderoso que el en la familia, y su… querido, abuelo, le convenció que él podría hacerse cargo de la administración, su hermano era contador, su sobrino era bueno con las propiedades, ellos podrían mantener el sitio bien hasta que el pequeño Raira fuera mayor. Y sin mucha otra opción el don Akbal, acepto, pero claro dejando muy claras indicaciones, de que en cuanto Raira cumpliera la edad adecuada todo inmediatamente pasaría a su nombre y los otros perderían todo poder sobre la propiedad, además claro de otros detalles más.

 

Aun con todo el poder, aun con las visiones que a veces te dan del futuro los espíritus, Raira estaba seguro su antecesor, no esperaba que todo terminara en ese estado tan deplorable.

 

 

 

En una oficina en una notaría numero X, un ventilador intentando valientemente dejar un poco de aire fresco en la habitación, sentado detrás del escritorio de lámina que gruñía bajo el peso de una anticuada computadora y una cantidad terrible de carpetas verdes, se encontraba un hombre de ojos pequeños y cabeza calva limpiándose el sudor con lo que parecía alguna vez fue un pañuelo blanco, en algún universo alternativo. Rain, vestido de mezclilla y camiseta blanca, sus pies en unos huaraches de piel color negros, sus cabellos castaños a sus hombros recogidos en una coleta chueca, algunos cabellos pegados húmedos en su cuello por el calor, su mentón apoyado en sus nudillos, sus ojos fijos de manera fría en el nervioso hombre, se movió un poco, sus collares y pulseras haciendo un tintineo que resonaron por el sitio haciendo al otro retorcerse ligeramente encogiendo sus hombros, sus ojos bailando por el sitio como quien busca un escape. La mano de dedos largos y finos, con uñas cuidadosamente limadas, pintadas con un barniz oscuro mas no negro, se colocaron sobre la carpeta en su regazo.

 

 

 

-Se suponía, me debías de avisar de esto cuando yo tenía 16 años, te debo recordar "tío" -esculpió el titulo como si se tratara de algo asqueroso en su lengua -que yo aún estaba viviendo con mi abuelo en ese momento, así que no tenías la excusa de que no sabías donde me encontraba -sus ojos verdes parecieron despedir luz, el otro se encogió un poco más limpiándose otro poco de sudor de su frente de manera nerviosa.

 

 

 

-Mi hermano me dijo que eras aún muy joven Rai, no pensamos que fuera importante apurarte con estas responsabilidades, y bueno entonces luego ya no logramos encontrarte -murmuro rápidamente intentando justificarse.

 

 

 

-Y ahora, lograste encontrarme, y estoy seguro -comenzó con tono que derramaba con sarcasmo -no tiene nada que ver con que te hicieron una oferta muy tentadora por la propiedad y te topaste con que no puedes venderla, porque no es tuya, y ahora que el viejo tonto también está muerto, solo yo puedo dar las firmas necesarias, además claro, que mágicamente las cuentas de banco que se suponía estaban llenas para mantener la propiedad, están bizarramente vacías en menos de 20 años después de que tú te hicieras cargo de ellas -siseo para el final, levantándose de su asiento y casi azotando la carpeta en el escritorio que gruño bajo el peso y la pila de papeles se desparramo por el suelo. El mayor se pegó contra el respaldo de su asiento tratando de alejarse de este, el poco color que tenía en su rostro desapareciendo, dejándolo de un blanco casi amarillento del temor, cuando toda la oficina a pesar de tener luz del sol entrando por la ventana pareció oscurecerse por completo, los ojos del joven frente a él siendo particularmente visibles.

 

 

 

Debía admitir, el no creía en las historias de la familia, cuando su hermano le paso las cuentas se mantuvo haciendo su trabajo, pero cuando el chico era un adolescente se le hizo fácil en un momento de necesidad tomar un poco prestado, y luego otro poco, y cuando el chico desapareció, y su hermano falleció, bueno, él tenía necesidades, pero en este preciso instante, comenzó a recordar todas las historias que su hermano le conto.

 

- ¿Es una propiedad muy vieja, ofrecen un buen precio, porque no simplemente la vendemos y ya? -dijo afligido, y se estremeció cuando casi pudo jurar que el chico frente a soltó un sonido similar al de un gruñido de tigre, y el sonido de su escritorio chillando como algo rasgando el metal, le hizo bajar la mirada para ver como las ahora garras en su mano en vez de uña, se salían del metal.

 

 

 

-Vas a hacer depósitos a la cuenta de ahora hasta que te mueras, y tus hijos también y sus hijos, hasta que devuelvas todo ese dinero nos entendemos? -le dijo con una sonrisa con muchos dientes, el aludido asintió rápidamente, aterrado -y les vas a decir a esa gente, que la propiedad NO está a la venta ¿nos entendemos? -le repitió inclinándose un poco más el otro asintió encogiéndose en su asiento.

 

 

 

Raira soltó un suspiro que fue acompañado con una bocanada de humo, sus manos volviendo a la normalidad se sentó en la silla de nuevo y cruzo so pierna sobre su rodilla -bien, ahora, me vas a decir exactamente qué fue lo que has estado haciendo, me darás todos los documentos incluyendo los recibos del dinero que sacaste, y quiero las llaves de la propiedad -le indico con tono casi tranquilo sin quitar la mirada de este, quien estremeciéndose rápidamente comenzó a moverse para hacer lo indicado.

 

 

 

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Un alto muro de piedra rodeaba la propiedad, algunas plantas aferrándose a esta en algunos lados, y Raira estaba seguro algunos sitios necesitarían reconstruirse por que se les notaban inseguros, la puerta de metal se le notaba un poco oxidada y necesitaba también cambiarse, con un chasquido de lengua se acomodó la mochila a su hombro y saco de su bolsillo un gran aro con al menos 20 llaves y comenzó a buscar la del candado que mantenía la cadena que cerraba la reja, lo único nuevo en esa imagen, su tío confesándole, que se enteró de algunos exploradores urbanos por los años, que algunos de ellos "accidentalmente" rompió el viejo mecanismo de la entrada, por eso cambiaron la antigua puerta de madera tallada por una simple reja con barras, algo más que debía de arreglar eventualmente, con un tintineo la cadena quedo colgada de un costado mientras abría la puerta lo suficiente para entrar y volver a poner el candado, antes seguir su camino hacia la casona, el camino estaba cubierto de plantas pero se podía detectar claramente el paso de gente por el camino de pasto pisado, al parecer, mas exploradores urbanos encontraron como pasar, Raira se temía que podría encontrarse o que no encontrar, estaba seguro todos sus ancestros estaban gritando de rabia en el más allá.

 

 

 

Logro detectar algunos rastros de lo que alguna vez fue una caballeriza, totalmente destruido, aun que sospechaba eso llevaba aún más tiempo que 20 años, finalmente luego de lo que pareció una eternidad apareció la casona, era una mansión, una muy vieja mansión, de al menos 3 pisos, lo que parecía una torre al centro terminando en un tejado de cono, las ventanas habían sido cubiertas con tablas de madera para tratar de proteger los cristales, tomo nota de que necesitaría nueva pintura y el tejado necesitaría cambio de tejas, pero parecía en una pieza, pequeños milagros, pensó con sarcasmo y exasperación. Noto el piso bajo sus pies cambiar de tierra y pasto a roca caliza, noto con interés que todo el piso que rodeaba la mansión era del material similar a las pirámides de Tenochtitlan, y sospechaba, la casona ocultaba algunas cosas en su "sótano". Llego a la entrada buscando la llave del lugar, pero se detuvo al notar que la puerta estaba abierta.

 

 

 

Se quedó un momento en silencio su mirada fija en la puerta entreabierta antes de aspirar profundamente, como si intentara llenarse de paciencia, y empujo un poco la puerta, esta se abrió con un golpe chocando contra la pared y se escucharon dos gritos de horror venir del segundo piso, seguido de movimiento de cosas cayéndose y maldiciones. Raira elevo una ceja nada impresionado cuando dos rostros se asomaron por la escalera.

 

 

 

-Esto es propiedad privada, espero no estén robando nada, y que lo que sea que se calló arriba no fuera alguna de las piezas históricas de mi familia -les dijo con voz fría y seguía meciendo las llaves en su mano haciéndoles notar así que él era dueño de la propiedad.

 

 

 

Los invasores eran dos chicos, unos 17 años a lo mucho, flacos y altos como si acabaran de salir del ultimo estirón, vestidos de mezclilla y camisetas de manga larga, tenían mascaras de tela en sus rostros seguro para sobrevivir al polvo del sitio, que no tardo en notar con molestia Raira, pero al menos noto con alivio que los vidrios parecían intactos, los chicos bajaron rápidamente cargando mochilas y cámaras en sus brazos.

 

 

 

-Espera, ¿eres tú el dueño? -exclamo uno de los chicos ojos muy abiertos -creímos que los dueños ya estarían muertos, escuchamos que iban a vender la propiedad y seguro destruirían el sitio así que queríamos venir a documentar el sitio antes de que eso pasara -explico levantando su cámara que Raira noto aún estaba grabando, pero no comento a eso.

 

 

 

-Eso es lo que querían, pero me avisaron a tiempo, no pueden vender nada sin mi consentimiento, no creí que el sitio estaba en este estado, se supone existen fondos para mantener el sitio, pero claramente alguien no hizo su trabajo -mascullo, entrando más a la casa y notando que no sería tan difícil de quitar las maderas de las ventanas, incluso quito una del recibidor con un gruñido luego de dejar su mochila aun lado y abriendo la ventana para dejar entrar algo de luz y aire fresco al lugar, el sitio olía a humedad y viejo, ahora con luz entrado podía apreciar el recibidor, necesitaría una limpieza profunda, pero no parecía estar tan mal, aunque elevo una ceja al notar que algunas cosas habían sido movidas creando un área como para fotos, señalo el sitio mirando a los dos chicos -eso es obra de ustedes o de alguien conocido -pregunto, estos negaron nerviosos aun que luego se miraron entre ellos como teniendo una conversación mental entre ellos.

 

 

 

-Puede ser alguno de los exploradores anteriores, desde hace como diez años alguien descubrió el lugar y que estaba abandonado, estaba tan en buen estado, y no como esas casas con un montón de basura que luego encontramos, que se ha procurado no compartir el sitio más que con los que saben mantener el lugar, pero… bueno algunas veces lo usan para sesiones -admitió uno del par.

 

 

 

- ¿Sesiones? -pregunto extrañado, que tanto querrían estar yendo a ese sitio viejo, no entendía mucho eso, mientras continúo quitando las protecciones de las otras ventanas, acomodando las tablas con cuidado en el suelo fuera de la casa, los cristales se abrían hacia dentro, y las protecciones eran fáciles de quitar luego de eso, luego saldría y las acomodaría aun costado, tal vez para una buena fogata.

 

 

 

-Esta casa tiene una energía increíble, muchos investigadores paranormales han encontrado mucha evidencia en este sitio con una claridad increíbles -dijo el otro con tono entusiasmado, esas palabras causaron semejante susto en Raira que casi se cae fuera de la ventana con todo y la protección. Aunque el siendo un chamán sabía perfectamente bien que la casa tenia buena energía nunca imagino que gente "normal" podría descubrir eso también, les miro con sus cejas delineadas elevadas e hizo un gesto con su mano animándoles a seguir hablando. Y vaya que hablaron, explicándole como el sitio era ya famoso entre varios grupos de investigadores paranormales, como un sitio embrujado, como en esos últimos 10 años, al menos 20 grupos entraron en la propiedad en diferentes puntos intentando recolectar pruebas, además claro que los grupos que apreciaban la historia y la arquitectura del lugar "capsulas del tiempo" les decían a sitios como ese. -esta casa es simplemente increíble, cuanto tiempo tiene este sitio en tu familia -pregunto el otro, ya ni siquiera intentando ocultar que estaba grabando la conversación, Raira les miro pensativo apoyado en el descansillo de la ventana abierta, el sol de la tarde ya cayendo en el horizonte.

 

 

 

-Desde la conquista, posiblemente mas -decidió decir la verdad, sus instintos comenzando a mostrarle un posible camino para mantener ese sitio seguro- Era un templo en algún punto, mi familia desciende de sus protectores y sacerdotes -les conto con tono calmado estos le miraron con ojos brillantes de emoción -La familia Akbal siempre a protegido esta propiedad, hay un viejo cementerio familiar también, en sus exploración no lo encontraron? -pregunto con interés, y miro como los dos compartieron una mirada emocionada y se volvieron a verle negando rápidamente -supongo se los puedo mostrar, pero ¿les parece que sea en otra ocasión? Apenas llegue y aun tengo que acomodar este sitio para que sea algo habitable… - antes de que pudiera decir algo mas estos se ofrecieron a ayudarle, apagaron la cámara y uno de ellos le aseguro que podrían conseguir quien le ayudara y le preguntaron si podían pagarle por el tur con ayuda, o con dinero si era necesario. Luego de algunas palabras mas de confusa conversación, Raira vio a los dos jóvenes irse por lo que descubrió un enorme hueco en el muro que rodeaba la propiedad junto al cual habían estacionado su auto, prometiéndole volver con gente y cosas para la limpieza, y se fueron.

 

 

 

Raira observo el hueco con cuidado, notando luego las otras piedras junto, dándose cuenta entonces que habían con cuidado quitado piedras del muro para abrir el hueco, era realmente de milagro que no se les callera encima el resto del muro, con un suspiro exasperado, volvió a la casa y siguió quitando las protecciones de las ventanas, tomando nota de cualquier daño en el sitio, recogiendo algunas piezas que se habían caído, quitando cuadros de paredes dañadas, y finalmente encontrando la habitación principal que estaba justo en lo alto de la "torre", el sitio estaba milagrosamente bien conservado, la protección retirada, dejando ver un hermoso vitral con el símbolo de Akbal en cristal templado, abrió la ventana y quito las sabanas que cubrían los muebles con cuidado de no mandar a volar el polvo en estas para sacudirlas mas tarde en el exterior, se preguntaba que clase de "evidencia" esa gente estaría capturando, ese sitio era una entrada al Mictlán, según las historias de su familia, pero también estaba seguro que no existía ningún espíritu vagando la propiedad, ninguno de sus antecesores, ninguno de ellos se quedo en ese mundo, los chamanes tenían una ventaja, pasaban toda su vida guiando almas, a cambio sus almas, nunca quedaban atrapadas en ese plano, por mas terribles o injustas que sus muertes pudieran ser, algunos casos de quemas de brujas en sus antecesores podían ser claro ejemplo, sus espíritus simplemente no quedaban en el sitio, teniendo boleto directo al otro mundo.

 

 

 

Raira estornudo ante una nube de polvo que se elevo cuando abrió la puerta al sótano, este milagrosamente estaba en perfecto estado, y por como logro abrirlo sin problemas con las llaves, nadie entro en el sitio antes, logro llegar a donde el antiguo generador, esa casa solo llevaba 20 años sin habitantes, aun que antigua, algunas cosas si se fueron modificando con cada inquilino, agua corriente y electricidad era una de esas cosas por suerte, una vez encendió el generador y activo la caja de corriente, logro prender las luces de la casa, tomando nota de los focos que no funcionaban, mandando mensaje a sus nuevos "amigos" quienes intercambiaron con el numero de teléfono, pidiéndoles su podrían traerle algunos focos y además de algo de comer y un galón de agua para beber, y entro a la cocina, notando con alivio que el refrigerador, aun que era ancestral, fue limpiado por su antecesor antes de morir, y aun funcionaba, aun así le necesitaría dar otra limpieza extra, lo único que no servia era el viejo horno, y el calentador, tendría que llamar una pipa de gas seguramente una vez localizara donde estaba el contenedor en la flora fuera de la casa. Abrió la llave del lavabo, las tuberías gimiendo por un rato antes de que el agua saliera, causándole arrugar la nariz cuando esta salio de un tono casi negro antes de comenzar a aclararse lentamente la dejo correr un poco usando una de las sabanas que rasgo en pequeños pedazos enjuagando los ahora trapos y comenzó a limpiar un poco la cocina del polvo. Mucho trabajo por hacer, esperaba esos chicos no tardarían en volver a ayudarle, y recordándose que debía preguntar sus nombres.