Chereads / The Road - Jack Mercer / Chapter 3 - Capítulo 3:

Chapter 3 - Capítulo 3:

 En la mañana, Lydia se encontraba comiendo dos filetes junto con una ensalada y una jarra de cerveza. Jack estaba junto con ella, observaba como estaba comiendo, se veía que disfrutaba su comida.

Jack: tranquila, come despacio. Todavía es temprano y estamos cerca del pueblo mercenario.

Lydia toma un trago de cerveza, después eructa, pero se cubre la boca rápido, y se sonroja.

Jack: no te avergüences conmigo. Relájate.

Lydia: es que, tenía hambre y siento que me canse demasiado a noche.

Jack: me pregunto porque será. *sonríe y ella le devuelve la sonrisa*

Lydia: por cierto, sabias que tienes 23 cicatrices en el cuerpo.

Jack: pues, no las había contado. Veo que te tomaste el tiempo de hacerlo. 

Lydia: perdón. Es que me daba curiosidad.

Jack: claro, claro. *bebe un su último trago de cerveza*

Lydia: también, la comida estaba deliciosa, antes no comía así. Me estoy dando un gusto que nunca me he dado. Además, si quiero vivir contigo, debo acostumbrarme a tú estilo.

Jack: gracias. Y también; te entiendo. Pero será difícil, y recuerda.

Lydia: siempre alerta. Ya lo sé.

Jack: exacto.

 

De la nada unos 5 hombres con atuendos de mercenarios entran a la posada.

Jefe de la posada: se puede saber ¿Qué está pasando?

¿?: usted tranquilito jefe. Soy yo.

Jack: esa voz, debe de ser…

Aparece David "el tuerto". Se acerca a la mesa y se sienta junto a Jack y Lydia.

David: ¡mesero!

Llega el mesero y se prepara para tomar la orden.

David: quiero lo mismo que ellos comieron. Ah y también para mis colegas, con una meza incluida. Y también lo que nunca debe de faltar…

Observa a Jack esperando la respuesta.

Jack: cerveza.

David: ¡exacto! Ahora rápido con la orden.

Mesero: sí señor.

El mesero se retira.

David: y bien ¿Cómo estuvo su noche?

Jack: no te concierne.

David: tal vez no a mí, pero los vecinos escucharon.

Lydia se sonrojo un poco. Pero después puso cara seria. 

David: tranquilos, no pasa nada, solo estoy bromeando. Aunque lo de los vecinos… era cierto. Lo siento.

Jack: ¿Qué quieres?

David: por favor, no seas tan directo. Diviértete.

Jack saca su pistola ballesta y le apunta a David con ella; poniendo el cañón en su frente. Los hombres de David se acercaban, pero él levantó la mano, en señal de que se detuvieran.

David: tranquilo, de verdad estaba, bromeando.

Jack: no me interesa quien seas, si eres informante o no, leyenda o no, ya me disté información. A pesar de que lleves dos cuchillos en la espalda y dos pistolas en el cinturón, y tengas protectores; nada me impide matarlos, a ti y a ellos. A pesar de que tengas para nosotros trabajo y me pagues, no te da el derecho de faltarnos el respeto. ¿entiendes?

Lydia: Jack, tranquilo y siéntate.

Retira el arma y se sienta de nuevo, todos tranquilos. 

David: ya basta de juegos, vengo a comer y también a hablarles del trabajo.

Jack: bien.

Lydia: desembucha.

David: unos Balverinos están molestando a los pueblos, descubrimos que eran muchos, son dos manadas. Perdimos el rastro de una al oeste de aquí. Nosotros nos encargaremos de la otra.

Jack: ¿mi paga?

Lydia: nuestra paga.

David: les pagaré por igual. 7.500 de oro. Y también un adelanto de otro trabajo que me harán. ¿Qué dicen?

Lydia: está bien. Pero tú pagas la comida. *se levanta*

David: jajajajajaja. Me parece bien. Vayan a arreglarse o lo que sea. Nosotros comeremos.

Llega el mesero con el pedido de todos.

 

En el bosque cercano, Lydia y Jack se encontraban en las indicaciones de David.

Lydia: ¿crees que será cierto lo que dijo?

Jack: sí, el rastro se pierde en esta parte. Son inteligentes.

Lydia: no me refiero al trabajo.

Jack: no pensaba en eso, tal vez si o tal vez no. No lo sabremos. Aunque para ser franco, si gemiste un tanto fuerte.

Lydia: tú también. Además, fuiste muy brusco.

Jack: oye, ya, ¿sí? Vamos a concentrarnos en esto.

Lydia: tienes razón.

 *se concentra en el rastro*

Lydia: El olor lleva a varias partes, pero una es más fuerte.

Jack: hay que seguir recto. Vamos.

Siguieron el rastro. Los llevo hasta un valle algo solitario, Jack se acercaba caminando por el camino principal, mientras saca su katana, sus ojos cambian a un azul más brillante.

Llega a un punto muerto, no hay más camino.

Jack: el rastro termina aquí.

¿?: ¿Qué buscas?

Voltea y hay un hombre con un atuendo elegante blanco.

Jack lo observa por un momento y se da cuenta de algo.

Jack: ¿enserio?

¿?: ¿a qué se refiere?

Jack: ya muestra tú fea cara.

¿?: cuidado con lo que deseas, si te vas, no te perseguiremos. Adelante.

Jack: voy a arriesgarme.

El hombre elegante se transforma en un Balverino; mucho más grande y con un pelaje color sangre, garras y colmillos temibles. Más Balverinos aparecen detrás de este. (esta es una especie de monstruos que, tienen apariencia humana, pero en realidad, son bestias salvajes, con garras y colmillos temibles)

Jack embulle magia en la espada y se dispone a pelear.

Lanza una poción explosiva (bombas pequeñas) que explota en medio de todos, algunos se queman. Jack se impulsa y ataca a los otros, pero el Balverino grande no lo permite. Esquivar a todos es un problema, y más si te rasguñan en el proceso. Una flecha traspasa el pecho de uno de los Balverinos y cae muerto, así simultáneas flechas cayeron; algunos Balverinos murieron.

Ahora Jack se puede concentrar en atacar al grande.

Es más rápido que los otros. "si ya de por si los Balverinos son rápidos, los de este continente los superan; junto con su resistencia".

Un pulso de viento desequilibra al Balverino y Jack le corta un brazo. Trata de atacar y el otro brazo también es cortado. Va cayendo herido, hasta que Jack le corta la cabeza.

*respiración cansada*

Jack engancha la cabeza de Balverino en un gancho.

Llega Lydia con su arco mágico en mano.

Lydia: ¿Qué tal?

Jack: excelente *respiración cansada*.

Lydia: ¿estás bien?

Jack: sí, tú tranquila, yo estoy bien. Solo que tardaste un poco, solo un poco. *miniaturiza con el índice y el pulgar*

Lydia: me tenía que posicionar bien, lo siento.

Jack: está bien. Ahora, a reunirnos con David.

Dejan este lugar atrás, con los cuerpos de Balverinos quemados.

Ya en el pueblo mercenario.

Era de noche y todos están en la entrada del pueblo.

A los pies de David cae una cabeza de Balverino ensangrentada. La observa.

David: era un hombre de mediana edad, con un mal problema dental.

Jack: sabes mucho.

David: más de lo crees. La nuestra era una mujer, ambos eran alfas de una manada. Son muy raros de ver.

Jack: este lugar es muy diferente.

David: demasiado. Pero bueno, cumplieron su parte, aquí tienen.

A ambos les entrega el oro, cada uno 7.500.

David: ahora síganme, tengo algo de qué hablar con ustedes dos.

Entran al pueblo, David junto con Jack y Lydia caminan por las calles del pueblo, en dirección de la salida.