Cuando Joel Martín emergió de la habitación, se dio cuenta de que solo Isandro Jackson estaba parado en la puerta.
—¿Dónde están los demás? —preguntó.
Se miró alrededor pero no pudo ver a Anna Harris ni a Heather Gonzalez en ninguna parte.
¿Será que no querían levantarse de la comodidad de la Suite Presidencial? —se preguntó.
Al pensar eso, Joel sintió un aguijonazo ácido en su corazón.
Y en su mente, maldijo a Anna Harris como una mujer que ansiaba la vanidad.
—No, ellas bajaron hace un rato, soy el único que te está esperando —dijo Isandro, a regañadientes.
Sabía que era tan atractivo como cualquiera pero, por alguna razón, Joel estaba obsesionado con Anna.
A pesar de ser rechazado repetidamente, no se desanimaba; al contrario, se volvía aún más decidido.
En cuanto a sí mismo, que había hecho avances, Joel ni siquiera le devolvía una mirada adecuada.