—La atmósfera del bar se encendió al instante, con las hormonas de los clientes aumentando —dejando salir un rugido como un maremoto.
—¡Beberse veinticuatro botellas de una sola vez, era simplemente como si hubiera descendido un Dios del Vino!
—Sonny Ridge fijó su mirada en esas botellas vacías sobre la mesa, sus pupilas repentinamente contrayéndose.
—¡Silencio! —Su rostro pálido, gritó, y el bar ruidoso cayó instantáneamente en silencio.
—Todos dirigieron su atención hacia él, perder diez millones en el desafío de bebida —nadie se atrevió a alterar a Ridge mientras estaba echando humo.
—¿Cuál es el problema, hermano? ¿No puedes permitirte perder? —Julio Reed se giró lentamente, inexpresivo—. Con tantas personas observando hoy, ¿quieres manchar la reputación del Bar del Viento Negro?
—Al escuchar esto, el corazón de Ridge se apretó repentinamente.
—El Bar del Viento Negro atrajo a tantos clientes en parte porque era seguro.