El aire del Bar del Viento Negro estaba espeso con el olor de la pólvora.
Los espectadores contuvieron la respiración, listos para presenciar el momento.
Aunque se esperaba la victoria de Julio Reed, había todavía un sentimiento de arrepentimiento en el corazón de todos. Este era el territorio de Sonny Ridge, y no podía escapar.
Todas las victorias que había logrado antes parecían insignificantes frente al Grupo Tres Cuchillas.
—¿Qué pasa? Hermano Ridge, ¿no vas a ser un mal perdedor ahora, verdad? —dijo Julio al aire de desafío que sentía alrededor.
Al ver a estas personas rodeándolo, la expresión de Tigre Dominante se volvió instantáneamente fría.
Y los bartenders del Grupo Tres Cuchillas también se remangaron las camisas, listos para actuar.
¡En el Bar del Viento Negro, nadie había salido nunca con decenas de millones en ganancias! ¡Ni antes, ni en el futuro tampoco!
—Entonces solo sois un grupo de matones —declaró Tigre Dominante con desprecio.