Mientras Anna veía a Julia alejarse, se volvió hacia Laura.
—Aún quiero ver la cinta de video si es posible, señora Laura —preguntó educadamente—. Lo que pasa es que no confío ni un poco en lo que Julia dice. No es tonta como para no conocer los planes de juego de Nari y si no pone fin a esto, esa perra nunca se detendrá.
—¿Por qué? Ya sabemos quién lo hizo —dijo Laura.
—No lo sabremos hasta que lo veamos con nuestros propios ojos primero —dijo Anna con expresión seria y luego sonrió dulcemente—. Verá, señora Laura, no creo que ella sepa quién lo hizo. Creo que lo hizo y está tratando de encubrirlo. No quiero causarle tantas molestias.
—Es una acusación grave —dijo Laura.
—No es una acusación, si estoy segura de ello —afirmó Anna.
—Conoces las consecuencias de hacer tales afirmaciones sin pruebas, Anna. ¿Qué pasa si revisamos y no es cierto? —preguntó Laura.
—Entonces, enfrentaré cualquier consecuencia que haya —declaró Anna.