—Me alegra mucho que hayas podido venir, Anna —dijo Evelina—. Observaba a su hijo, que le asintió con la cabeza. Noah Declan, un multimillonario/magnate de negocios a quien le disgustan las fiestas y reuniones sociales, ahora estaba asistiendo a tantos eventos sociales gracias a su esposa. Aunque todavía no había comenzado a hablar con las personas ya que apenas saben quién es, Evelina estaba contenta de que su hijo asistiera a estos encuentros.
No sabía si agradecer especialmente a Anna por estos cambios, o no.
—Gracias, madre —Anna le sonrió.
—Bueno, ya que estás aquí, me encantaría presentarte a algunas personas. Estoy segura de que les encantaría conocerte —Evelina inmediatamente se llevó a Anna de su hijo y la alejó de ellos, dejando a Beth que ha estado asistiendo a estos eventos todo este tiempo con ella para quedarse con Noah.
