Antes de que su asistente pudiera terminar la frase, Paul se había invitado a sí mismo a la oficina.
—Señor Declan —Mack saludó al hombre. No esperaba ver a un hombre de mediana edad. Por lo que había oído, Noah Declan era un joven como él, probablemente de su misma edad.
Paul ajustó sus gafas antes de decir:
—Lo siento, señor Yong, mi jefe no podría llegar hoy debido a su apretada agenda, pero hemos preparado todo para la reunión —Paul anunció y Mack asintió comprendiendo.
¿Así que este hombre era su asistente? Lo evaluó a Paul con la mirada, sin prestarle mucha atención ya que no estaba a su nivel.
El apellido Declan es el más grande del país e incluso uno de los más importantes del mundo. El heredero de todos sus imperios, Noah Declan, no era cualquier persona, era una figura temible, alguien de quien incluso el presidente se cuidaba.