Todas las chicas salieron del salón una tras otra con su mentor, incluyendo a Anna y Damien, quienes salieron del complejo turístico con Lola y su guardia. Damien había sugerido que caminaran por la ciudad para aprender otras cosas y eso hicieron.
Damien, Anna y Lola caminaban por las calles. Dado que era un país extranjero, Anna no llegó a utilizar todos sus disfraces esta vez, en lugar del gran odio que solía llevar, recogió su cabello hacia atrás. No llevaba ninguna sombra, solo usaba una mascarilla nasal que combinaba a la perfección con su vestido.
Era casi irreconocible y eso era lo que ella quería. Le hubiera encantado salir sin ninguna de estas cosas, pero ahora estaba en la televisión y la gente de esta ciudad ya sabía quién era.
—¿Qué talento tienes, señorita Sui? —preguntó Damien mientras caminaban por la calle como personas normales. Por lo que sabía, ella sabía cómo cocinar, conocía todo lo relacionado con la belleza si es que eso contaba. Pero dudaba que así fuera.
