—¿Me estás escuchando? —preguntó enojado el Señor Smith, la saliva salió volando de su boca mientras miraba a Evelyn con una expresión de molestia. Era como si ella fuera la irracional aquí.
Evelyn cerró los ojos mientras masticaba su cremosa pasta. Luego puso el tenedor en su mano y respondió:
—Escuché lo que dijo, Señor Smith. Pero mi respuesta sigue siendo la misma, el Señor Bardot y usted quieren que anule la solicitud de violencia doméstica y de criar a un hijo ilegítimo en el campo, que fueron presentadas por su esposa como evidencia para el divorcio y la pensión alimenticia que él se niega a pagarle.
—Aunque usted quiera que refute las pruebas proporcionadas, el tribunal no lo hará y tampoco lo hará el juez, como mucho el Señor Bardot solo estará retrasando las pruebas durante los próximos seis meses. Pero cuando el caso salga a la luz, seré yo la que será interrogada. No puedo hacer eso.