Noah nunca había sufrido una afrenta como esta antes. Hace seis meses, su madre vino a él, le dijo que su tío estaba pasando por un mal momento ya que la empresa a su nombre se había declarado en bancarrota.
Ocurrió justo un año después de que su abuelo materno falleciera. Su tío recibió la empresa para dirigirla, y sin embargo, terminó malgastando la fortuna al tratar de abarcar más de lo que podía masticar. Noah no tenía muchas expectativas de un hombre como él, sin embargo, bajo los llantos y las súplicas de su madre, le dio a Charlie un pequeño almacén para gestionar.
Noah pensaba que mientras Charlie trabajara duro y no cometiera errores, él y su familia podrían vivir una vida decente y cómoda. ¿Quién iba a pensar que Charlie se volvería avaro después de tres meses de trabajo honesto?